No seáis escatológicos
Este post no será nada asqueroso... Resulta que en el viaje de vuelta a Madrid desde Fuerteaventura hubo un pequeño incidente que hacía que mi hermano, algunos otros y yo no pusiéramos verdes cada 10 minutos de vuelo. Alguno podría pensar que pudiera ser por lo mal que conducía el avión nuestro piloto, pero estaría equivocado ( claro que tampoco digo que pilotara genial).
El caso es que había un individuo que creemos que era el señor de barba blanca, camiseta interior blanca con barriga incluida y pendientes de aro de esos de colgar las cortinas delante nuestro que no hacía más que pederse. Digamos que dada mi condición de hombre estoy acostumbrado a los pedos y eructos que según las mujeres dicen no tirarse delante de los demás, pero lo de este caso era indescriptible, ni mi sobrina en sus días de cagalera continúa conseguía olores de ese calibre. Mi hermano y yo no hacíamos otra cosa que levantarnos a ver a mis primos que estaban en la otra punta del avión para poder aguantar el sufrimiento. Me pasé el vuelo intentando adivinar como se podía conseguir tal olor, una de las opciones que barajé que seguramente sea la correcta, es que el tío llevaba un Alien dentro y estaba descomponiendo su interior para luego atravesar su abdomen pero nunca sucedió, luego pensé en la película de El cazador de sueños en el que le salía un gusano por el culo a un tío que era una bomba fétida andante. Seguramente este señor había visto la misma película y por eso es muy cabrito no quería visitar el inodoro del avión para soltar sus gases por miedo a que le saliera el gusano alienígena. Lo que sí es cierto 100% es que ese olor no era de este mundo.
No entiendo cómo la gente puede ser tan cerda, leñe que se te escape uno lo entiendo o incluso dos con los nervios, pero después de ver a varias personas despotricando contra el que fuera que estuviera dispuesto a provocar la primera guerra química mundial, no se como no se encerró en el baño. Que no pasa nada, que todo el mundo puede tener un mal día del estómago y no pasa nada, lo que no es normal es que el muy cochino se airee alrededor de unas 15 veces durante todo un viaje sin ni siquiera pestañear, sobre todo cuando con un solo disparo es capaz de dejar rubias a más de tres personas a la vez.
En fin me ha parecido importante contar este suceso para que no seáis cochinos, al menos no tanto, ¡por dios! Que un pedo puede ser gracioso pero una ristra en un habitáculo cerrado puede ser la peor de las muertes.
Ya seguiré contando algunos detalles más de mi viaje, espero que el tema escogido esta vez haya sido de vuestro agrado, que nadie me diga que no es un tema universal.
PD: qué triste que lo primero que venga en google en imágenes al poner la palabra pedo, sea una niña pequeña oriental, en fin...